domingo, 29 de agosto de 2010

La Rosa de la Inmortalidad

Hace muchos, muchos años, en un país muy lejano y triste existió una enorme montaña de piedra negra y áspera.
Al caer la tarde, en la cima de esa montaña, florecía todas las noches una rosa que tronaba la inmortalidad.
Sin embargo, nadie se atrevía a acercarse a ella pues sus numerosas espinas estaban envenenadas.
Entre los hombres, solo se hablaba del miedo a la muerte y al dolor pero nunca de la promesa de la inmortalidad.
Y todas las tardes, la rosa se marchitaba sin poder otorgar sus dones a persona alguna.
Olvidada y perdida, la cima de aquella montaña de piedra fría.
Sola, hasta el fin de los tiempos.
                                                El Laberinto del Fauno, 1996. (Fragmento)

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