sábado, 14 de agosto de 2010

ABRIENDO PASADIZOS

Inmersa en un sueño nocturno; estoy en mi cama soñando soñar, abro los ojos y me levanto entre sorprendida y ansiosa.
Algo en mi, muy en el fondo de mi ser, me empuja, me incita a buscar respuestas, buscar verdades amordazadas que esperan furiosas ser develadas; secretos que saben esperar en la oscuridad de tu mente pero que oprimen, incitan, perturban, verdades que calladas muerden rabiosas.

Toco las paredes de mi habitación, voy tanteando hasta llegar al closet. No estoy a oscuras sino a plena luz pero aún sigo tocando a tientas las paredes como buscando respuestas a preguntas sin contestar, buscando verdades ocultas que buscan, piden a gritos salir a la luz. Dentro del closet toco los muros una y otra vez.

¿Qué podrían decirme estos muros que llevo siglos viendo iguales, de la misma forma?
Están susurrándome algo en silencio, piden a gritos mudos ser tocados para poder arrojar secretos que llevan años escondiendo.

Los toco una y otra vez hasta que me molesta el roce en los dedos. Puedo oler la humedad del concreto armado hastiado de albergar ropa, libros y zapatos.

Sigo tocando…

Cuando ya estoy cansada de tocar las paredes buscando formas, rugosidades y contando bloques de cemento escucho un extraño sonido…

Es el sonido de un muro que se mueve; accionado por algún movimiento de las manos o los mosaicos del piso; empieza a ceder un segmento de la pared; en forma de bloques escalonados; como un zigurat.
Entre sorprendida y curiosa sigo presionado los muros en la misma posición en la que escucho aquel extraño pero deseado sonido de un pasadizo secreto que se abre; estoy de rodillas empujando la pared que empieza a abrirse para dejar develar cosas que aun desconozco.
Es en ese preciso momento que despierto y entre sorpresa y decepción me doy cuenta que no he llegado a saber nada; aquello que mi alma ha anhelado lo que aun está bajo la superficie de mi inconsciente esperando a que le destape el velo y que atormentándome por algún tiempo toca a las puertas de mi mente mediante este sueño símil que me deja en estado de estupor y me obliga a no dejarlo morir en el olvido sin ponerlo por escrito.





¿Por qué la amo?

                                                                                             



  por Orly Diane Rodríguez

Dedicado a MaMi, TaTa, Mami Marcia, Pami y Titi LaLa

Daría mi vida por ella... pero ¿qué podría recibir más de lo que puedo dar?

Vine al mundo por su causa,
aprendí a dar pasitos junto a ella,
he aprendido a volar bajo su supervisión,
me he acogido a su sombra y a la protección de su abrigo,
he comido de su mano,
he llorado en su regazo,
también he llorado por ella,
casi todas mis decisiones importantes
las he tomado pensando en ella;
he soñado con ella, por ella, junto a ella.

La he querido, amado y hasta algunas veces odiado...

La he admirado tantas veces y en tantas cosas...

No puedo darle dinero ni cosas lujosas porque no las tengo
pero le he dado tiempo valioso; atención y amor del bueno
aunque peleemos y todo eso.

A ella la amo aunque a él lo quiero...

Quizás en el fondo, nuestras diferencias se deban a que somos tan parecidas, tan iguales en alma y esencia que nos rechacemos inconscientemente como los polos de los imanes que cuando son iguales se repelen.

De ella he aprendido a ser mujer y guerrera al mismo tiempo.

Si hay algo bueno en mí o si puede llegar a haber
se lo debo primero a Dios y después a ella.

Por todo lo que soy o puedo llegar a ser...
                                                                                        Gracias Mamá.