domingo, 29 de octubre de 2017

DIA DEL MAESTRO

DIA DEL MAESTRO
Por Orly Diane Rodríguez

El 30 de junio de cada año se celebra el Día del Maestro y con éste aprovechamos la oportunidad de felicitar y encomiar a todos los educadores que día tras día se esmeran en compartir el ardoroso pan de la enseñanza con sus pupilos.
Educador, maestro, profesor, profe, sin importar como le digamos, nos referimos a aquella persona que entre deber y deseo comparte sus conocimientos y experiencias, queriendo dejar así un legado en aquellos a quienes enseña, sin ningún interés y con la mejor de las intenciones. También enseñar es la tarea más difícil; educar es un privilegio de algunos que deja huella en quienes se imparte, para toda la vida.
Maestro: Tu que vienes en diversas formas y procedes de distintos lugares, crianzas y antecedentes, te levantas cada día dispuesto a cumplir con la difícil tarea de de inculcar e incentivar el conocimiento, ya sea humano o divino, te agradecemos tus sacrificio y el empeño con que ejecutas tu ardua labor.
Cuenta una leyenda griega que por extralimitarse y sin el consentimiento de Zeus, el maestro Prometeo, titán, protector y benefactor de los mortales entrega a los seres humanos, el fuego. El fuego era uno de los más valiosos de los dones, capaz de crear y destruir, es el único elemento capaz de multiplicarse el mismo. Además los enseña a cultivar la tierra, el arte de la construcción y otras habilidades inteligentes. Enfurecido Zeus decide castigarlo por entregar a los mortales conocimientos prohibidos para los hijos de la humanidad y es encadenado en una roca por el resto de su vida, expuesto a todos los sufrimientos posibles, Prometeo que padece un dolor más allá de todo sufrir, dolor que es a su vez una panacea pues invencible no desmaya en la esperanza de su liberación.
Este dolor que redime cualquier tipo de culpa, acepta su pena y no desea que otros le padezcan sino que conserva para sí su dolor y evita a otros sus desdichas.
Así mismo, el maestro, luchando contra gigantescos obstáculos del diario vivir, es escudado por el ancla de la fe, el arcoíris de la esperanza y una gran carga de amor y devoción por su trabajo que se alzan día a día en su trayecto de peregrinaje por la vida y el arte de la enseñanza.
 Pero mantener ilusión, acompañada de esperanza es toda una tarea titánica que sólo a veces da resultados satisfactorios; Heracles, uno de los hijos de del mismo Zeus liberó a Prometeo disparando una flecha al águila que le comía el hígado todos los días. Prometeo obtuvo la liberación, aunque tenía que llevar atado a él un anillo unido a un pedazo de la roca a la que fue encadenado.
Todos cargamos ciertas rocas que, con su peso a veces nos hace difícil sobrellevar nuestras cargas de peregrinos.
Para el educador de estos tiempos, quien ha pasado de ser un héroe a un mártir social, ganarse la vida mediante el pan de la enseñanza supone todo un reto en un mundo que no aprecia el valor de las cosas sensibles inmune a la vista de las multitudes y que sólo pueden ser percibidas con los ojos del alma.
Hoy, el mundo que no deja de girar, decide hacer una pausa para agasajarte y dedicarte unos minutos haciéndote saber lo importante y valioso que eres, base de cualquier conocimiento, pues nada puede ser aprendido sin alguien que lo enseñe.
¡Gracias, Profe!







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